Un devoto Católico Romano, J. R. R. Tolkien es el autor de las obras clásicas de alta fantasÃa El Hobbit, El Señor de los Anillos y El Silmarillion.
Tolkien escribió una vez en una carta sobre El señor de los Anillos...
“Una obra fundamentalmente religiosa y católica; inconscientemente al principio, pero conscientemente en la revisión. Por eso no he incluido ni eliminado prácticamente todas las referencias a algo como "religión", a cultos o prácticas, en el mundo imaginario. Porque el elemento religioso se absorbe en la historia y el simbolismo."
Tolkien practicó su fe durante toda su vida y la consideró su primera prioridad. Amaba profundamente a Nuestra Señora y tenÃa una devoción especial a San Juan Evangelista. Incluso hizo la devoción de las cuarenta horas de adoración al SantÃsimo Sacramento. Su profunda y especial relación con el SantÃsimo Sacramento más tarde lo llevó a escribir sobre él en una carta a uno de sus hijos (Miguel) que es "la única gran cosa que amar en la tierra."
“De la oscuridad de mi vida, tan frustrada, les presento la única gran cosa que amar en la tierra: el SantÃsimo Sacramento… Allà encontrarán el romance, la gloria, el honor, la fidelidad y el verdadero camino de todos sus amores sobre la tierra."
Aquà está la carta que Tolkien le escribió a su hijo:
No solo escribió historias de ficción famosas, sino que también fue un erudito y un filólogo (el estudio de la historia de las lenguas). Además, era esposo y padre.
"Me resulta difÃcil creer que cualquiera que haya comulgado alguna vez, aunque sea una vez, al menos con la intención correcta, pueda volver a rechazarlo sin una culpa grave. (Sin embargo, sólo Él conoce cada alma única y sus circunstancias. )"
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