Malentendido Común: Muchos protestantes o evangélicos insisten en que, dado que solo Dios puede perdonar el pecado, cada pecador debe acercarse a él individualmente. Se dice que ningún hombre puede perdonar los pecados. Después de todo, la Biblia dice que "Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre él también" (1 Tim. 2:5).
La Verdad: Los sacerdotes pueden perdonar nuestros pecados porque Jesús les ha dado esa autoridad a través de la gracia del Orden Sagrado. Con ese poder, los sacerdotes pueden escuchar y perdonar nuestros pecados actuando a través de Cristo.
Jesús le dio a la Iglesia el Sacramento de la Reconciliación, también conocido como Penitencia o Confesión, para permitirnos tener una conversación íntima con nuestro Dios a través del sacerdote. Confesamos nuestros pecados a un sacerdote, que es el ministro del sacramento, porque está “en Persona Christi”, es decir, en la persona de Cristo.
Es a través del Sacramento de la Reconciliación que las manchas incluso de nuestros pecados graves y mortales se eliminan de nuestras almas y se nos da una nueva vida. Si bien podemos hablar con Dios en oración para pedirle perdón por nuestros pecados veniales, nuestros pecados no se eliminan hasta después de nuestra renovación a través de la gracia sacramental.
Luego, a través de nuestro Acto de Contrición, en el que prometemos hacer todo lo posible para no volver a pecar, la oración de absolución y la ejecución de la penitencia, nuestros pecados son perdonados.
- Life Teen
Recuerde: todo sacerdote está obligado por el sigillum, o sello, que le prohíbe, revelar la confesión de una persona incluso de la manera más general.
Es Completamente Bíblico:
1. Mateo 16:18-19: "Y yo te digo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».
2. Mateo 18:18: "Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo."
3. Juan 20:21-23: Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes» Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan».
¿Por qué confesarme con un cura? - New Fire
La confesión no es una tradición de la Iglesia hecha por el hombre, sino un regalo valioso dado por Dios y encontrada en las Escrituras
Vamos a sumergirnos un poco más profundo:
Para empezar: El Sacramento de la Penitencia, o Confesión, fue instituido por Nuestro Divino Señor y satisface las aspiraciones más profundas del alma humana.
La experiencia revela estas tres aspiraciones: Cuando una persona hace mal, quiere...
1.) Reconocer el mal: Ningún ser humano se siente satisfecho con la inquietud en su corazón, donde le irrita y se pudre. Una partícula entra en el ojo y a través del dolor y las lágrimas, el ojo exige que se elimine el polvo. La conciencia no es diferente: todo pecado busca ser liberado.
La represión de nuestros pecados (escapar de una conciencia inquieta mediante la negación o el abandono por completo de toda moral) puede ser peligrosa. La represión incluso de un trastorno físico es peligrosa para el cuerpo, como la represión de un trastorno moral es peligrosa para el alma. Guardar el pecado para uno mismo es peor que guardar una enfermedad para uno mismo.
2.) El Oyente Correcto: un paciente confía su enfermedad física o mental al médico, como un estudiante ofrece su ignorancia al maestro; ¿Por qué el pecado no debería tener también su confidente? Que un hombre pueda administrar este Sacramento es lógico: el Hijo de Dios perdonó los pecados a través de Su naturaleza humana. También transmitió el poder de perdonar a Su Iglesia.
Juan 20: 21-22 : Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes» Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan». (Estas palabras implican escuchar la confesión, porque ¿cómo sabría uno qué pecados perdonar y cuáles no perdonar a menos que fueran escuchados?)
3.) Por el Objetivo Correcto / Legítimo: si un pecado fuera simplemente un error que un hombre había cometido, ciertamente podría confiárselo a cualquiera que quisiera escuchar. Sin embargo, el pecado está en contra de Dios y, por lo tanto, la curación debe realizarse en ese nivel.
- Peace of Soul by Fulton J. Sheen
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